Por: Jasa Rehm
Pisando el frío asfalto de la capital, emergen cientos de palabras que relatan la historia del rock en nuestro país. No hay documento absoluto ni línea de tiempo que pueda reseñar la totalidad de los ires y venires de la música extrema en Colombia. Aunque se han publicado pocos textos de la memoria del rock y metal nacional, los existentes, en su mayoría, se han editado de manera independiente y (súper) limitada.
Aquí están las miradas personales, subjetivas, previsibles, parciales e imparciales; el comunicador, artista, académico, pero por encima de todo, el rockero. Muchas formas de recoger la memoria y hacerla de todos, dejándola para que cada quien se encuentre y reconozca como considere. Así como el rock: invitando a la reflexión.
Mientras leo, visualizo a su autor, sentado, hilando nostalgia, tratando de hacer gramática con las andanzas de su juventud y buscando en una libreta los viejos contactos que también corrieron con la suerte de tropezar con el rock and roll, enfrentando a sus familias, carreras, estabilidad laboral y todo lo que hoy día (aún) tenemos que enfrentar como rockeros.
Cada testimonio es otro libro dentro del libro, una novela fabricada a pulso con las mismas experiencias. Aquí no hay espacio para la ficción, aunque algunos lectores (de las nuevas generaciones) no se imaginen que existió un mundo con baterías de baldes y tapas de ollas o guitarras hechas en casa. El rock en Colombia no nació con parto normal, más bien, ha sido todo un parto y es precisamente esa lucha lo que le ha permitido transcender y llegar hoy con historia.
Afortunadamente los testimonios están vivos, se pueden encontrar en algún concierto o ejerciendo sus otras carreras, no sin dejar alguna lágrima cuando recuerdan, cuando reconocen que nunca volvieron a ser los mismos después de haberse rebelado al mainstream, haciendo rock.
El Artista recuerda las batallas y aventuras del rock. Nos reclama para que no olvidemos que fuimos forjados en la inmensa sonoridad de lo extremo, lo diferente y (por fortuna) inentendible para los demás. Ninguna anécdota del rock ha sido tranquila, tiene que incomodar, dejar cicatriz y perdurar como el dragón al que todos temen y nunca pueden matar.
Los noventas en Bogotá aún se reeditan, en discos, tapes, imágenes y palabras. Encontrar documentos como este, nos permite entender el porqué de muchas quejas y pocos espacios. Más de treinta años después, seguimos creyendo y haciendo, escribiendo, cantando y volviendo extremo lo cotidiano.
“Cuando las Calles eran de Hierro” nadie sabía para dónde iba, solamente que amaba, que la sangre hervía con la música; no había palabras para describir lo que dejaba cada canción, coger un instrumento, corear en un concierto, solo se sabía que se viajaba con la música. Ahora creemos saber para dónde vamos, estamos seguros que vamos para donde nos lleve el amor por el rock.
CUANDO LAS CALLES ERAN DE HIERRO
«La historia del rock bogotano en la década de los 90 contada en las voces de sus protagonistas»
Autor: Felipe Szarruk
Editorial: Subterránica
Primera edición: Agosto de 2020
Número de páginas: 331
Prólogo de: Luis Alfredo López
Disponible en formato físico en: https://www.autoreseditores.com/libro/15678/felipe-szarruk/cuando-las-calles-eran-de-hierro.html