Museo de la Independencia Casa del Florero
El jueves, 23 de noviembre, a las 5:00 p.m; el Museo de la Independencia Casa del Florero hará apertura de su nueva exposición temporal Colombia extrema: el país visto desde el punk y el metal.
Esta muestra explora la imagen de Colombia creada desde las comunidades urbanas del punk y el metal y plantea un diálogo alrededor de temas como la religión, la política, la violencia, entre otros; utilizando diversos elementos como la música, las letras de las canciones, las portadas de los álbumes, los posters y las formas de comunicación.
El punk y el metal llegaron a Colombia en la década de 1980, procedentes de lugares como Inglaterra y Estados Unidos. Estos géneros musicales irrumpieron cuando el rock, en décadas anteriores, ya había sentado las bases para que los colombianos expresaran su inconformismo frente a la realidad social, política y económica del país. Sin embargo, el crecimiento acelerado de la violencia hizo que se buscaran sonidos más estridentes y extremos, capaces de enunciar mensajes realmente contestatarios e irreverentes. Mediante la música, los punks y metaleros han buscado, desde entonces, canalizar la violencia y alzar la voz, de forma cruda y directa, contra todo aquello que intente marginarlos, silenciarlos y hacerlos sujetos pasivos de sus propias vidas.
El museo genera espacios de participación activa de diversos grupos sociales en la construcción de nación y ciudadanía. En consecuencia, esta exposición explora la imagen de Colombia creada
desde las comunidades urbanas del punk y el metal, a partir de cuatro ejes temáticos:
- El país más feliz del mundo: Tanto el punk como el metal aparecieron en los focos urbanos
de Colombia, particularmente los más empobrecidos de ciudades como Bogotá y Medellín.
Un país afectado por el narcotráfico, grupos paramilitares, grupos guerrilleros, abusos de la
fuerza pública, etc. En dichos contextos, los punks y metaleros han creado un discurso
contestatario, de resistencia y denuncia, capaz de transportar a las personas a ambientes
de miseria, miedo o angustia desde la creación artística.
- El país del Sagrado Corazón: Desde sus inicios hasta la actualidad, el punk y el metal han
sido vistos por sectores conservadores de la sociedad colombiana como músicas
degeneradas, como una aberración y amenaza a los valores tradicionales de la nación, que
están estrechamente vinculados con la moral católica. En respuesta, géneros como el
Death y el Black metal han asumido esta estigmatización social como una vía adecuada
para expresar su rechazo hacia la religión, su institucionalidad y sus símbolos de
veneración.
- El país de la libertad y el orden: Las músicas punk y metal fueron concebidas como
mecanismos de desahogo social y de búsqueda de la libertad: de pensamiento, de
expresión, de crítica y de desarrollo del ser y la personalidad. De esta manera, la música ha
representado para estas comunidades urbanas una forma autónoma y auténtica de
significar y habitar un mundo de censura, que sospecha de todo aquello que pueda alterar
el orden social, moral, político y económico.
- El país de la pluriculturalidad: Aunque Colombia ha sido declarado como un país diverso y
pluricultural, los punks y metaleros han experimentado, por parte de la sociedad, el
desconocimiento, la incomprensión, e incluso, el ataque hacia sus diversas prácticas
culturales. En esas circunstancias, afirmar la identidad punk y metalera es importante en
tanto le permite a la comunidad articular las formas de ver a los otros y habitar el mundo.
La exposición integrará carátulas y posters de algunas bandas colombianas que denuncian o invitan
a reflexionar en sus álbumes y canciones, sobre este tipo de situaciones que se viven en el país.
Además, estas dialogarán con obras de la colección del museo.
Colombia extrema: el país visto desde el punk y el metal estará abierta de martes a domingo, 9:00
a.m. – 5:00 p.m.