“Sólo yo tengo la culpa y estoy aquí dispuesto a pagar por ello”
Por: Jasa Rehm
No es de perros sino de trato de perros. La Jauría es el choque de culpas, la humanidad que carga un peso tan grande que es invisible, que se quiere extinguir en medio de la selva, bajo la fangosa intemperie de la incertidumbre y el miedo, no a dormir, sino a despertar para continuar…
Aquí se busca el método para la redención, la rehabilitación y el cambio. Se busca, porque no hay fórmula absoluta para enderezar un árbol torcido, más que con machete para tumbarlo, o hambre para seguirlo doblegando.
La Jauría nos presenta lo que viene después del delito, que parece la solución a la violencia juvenil, con formas extrañas, rituales y abstractas. Todavía creyendo en la bondad y el amor transformador, protegiendo (o tratando de proteger) la mente de pensamientos inevitables, elemento que aumenta la tensión y le da el toque de thriller psicológico.
Densa e intimista. Incluso en los exteriores logra generar una atmósfera oscura, impredecible y llena de los horrores que transmite la selva colombiana. Desde el silencio hasta el más mínimo sonido, se tiene la sensación que vendrá algo inesperado e irreal, con un olor a sangre y muerte que cubre cada instante.
Aquí los desaparecidos vuelven a desaparecer en medio del agua y del fuego. Parece que habláramos de un bautizo con forma de renacimiento, pero no hay cura para el tormento que traen las culpas dentro de sus lonas, sobre sus hombros y en la tristeza en sus miradas; nunca vimos sonrisa completa ni esperanza alguna. Es así de cruda.
Finalmente, no hay salida. Desde nuestra silla no hallamos final concreto ni desenlace saludable. Quedamos atrapados en La Jauría, no hay manera de escapar de la sombría furia de sus protagonistas ni ellos de sus destinos. Hemos interiorizado esos demonios hasta perder la tranquilidad y ponernos en la piel de Eliú, que termina sin alma y sin camino.
La oferta cinematográfica de nuestro país, en los últimos 20 años, ha venido ampliando su catálogo de historias complejas y muchas veces de larga digestión. Estamos descubriendo contextos que siguen vigentes en territorios aislados, con producciones de ficción, pero demasiado cercanas a la realidad, que transcriben en la pantalla el sentir del director como habitante de la hermosa y misteriosa patria que nos cobija.
Siempre nos proponemos dejar más dudas e inquietudes que revelar la historia. Esperamos que sean los lectores los que viajen a los cines y conviertan en poesía, en canciones o tertulias de tinto, lo que les deja cada obra que aquí reseñamos.
La Jauría
Género: Drama
País: Colombia
Año: 2022
En cines: 20 de octubre
Duración: 87 minutos
Director: Andrés Ramírez Pulido
Productores: Andrés Ramírez Pulido, Lou Chicoteau,
Jean-Etienne Brat
Empresas productoras: